Estudio taxonómico de la familia Boletaceae y Russulaceae (Agaricomycetes) en encinares del sureste mexicano.
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Resumen
México alberga una gran diversidad, esto se debe a su posición geográfica ya que
es lugar de transición entre la zona Neártica y la zona Neotropical, además de su
compleja orografía y su pasado geológico (CONABIO, 2010).
Los hongos son organismos sumamente diversos, actualmente son el segundo
grupo de organismos más abundante con un total de 97,330 especies descritas,
superado únicamente por los insectos (Kirk et al. 2008), una cita más actual
menciona 132,848 especies (catalogue of life, 2016). Además de desempeñar un
papel fundamental para el reciclaje de nutrientes en el suelo, desarrollan
interacciones ecológicas vitales para el medio ambiente, como las micorrizas
(Herrera y Ulloa, 2004). Esta asociación que se establece entre Macromicetos y
árboles de interés forestal, generalmente ectomicorrizas, son de suma importancia
para los bosques de todo el mundo, ya que desempeñan un papel fundamental en
la absorción y reciclaje de nutrimentos, y pueden absorber fósforo y nitrógeno de
fuentes orgánicas e inorgánicas (Bledsoe, 1992).
La Familia Boletaceae es monofilética y comprende 35 géneros, 787 especies y se
distribuye en todo el mundo (Kirk et al. 2008), actualmente el catalogue of life
(2016) presenta 80 géneros y 1,300 especies adscritas a la familia, los cuerpos
fructíferos se caracterizan por presentar forma de seta, ser carnosos y en general,
tener himenio con poros, aunque ésta última característica puede variar en
algunos géneros (como Phylloporus). Microscópicamente en general presentan
esporas elipsoides, a menudo desnudas, aunque también las hay ornamentadas
(García-Jiménez et al. 2013).
La mayoría de los hongos de la Familia Boletaceae forman asociaciones
ectomicorrícicas, por lo general se les encuentra asociados en zonas templadas a
los fitobiontes de los géneros Pinus, Alnus, Fagus, Abies, Pseudotsuga, entre
otros, aunque en México se han encontrado más especies en Bosques de
Quercus que en otro tipo de vegetación (García-Jiménez y Garza-Ocañas, 2001).
Para los latifolios tropicales, se reporta un bajo número de especies de la Familia Boletaceae en comparación con estudios de zonas templadas, sin embargo, se les
puede encontrar asociados a los géneros Eucalyptus, Inga, Instia, Macrolobium,
Ormosia, Salix (Pérez-Moreno y Read, 2004) y de igual manera que en clima
templado al género Quercus, ya que los encinos también crecen en climas
tropicales (Nixon, 2006).
La Familia Russulaceae alberga 1,243 especies adscritas a cinco géneros, los dos
géneros más representativos Russula y Lactarius con 1,200 especies descritas,
son muy abundantes y ampliamente distribuidos entre los agaricoides
ectomicorrízicos en el mundo (Kirk et al. 2008), por otro lado el catalogue of life
(2015) enlista 15 géneros con 2,018 especies, de las cuales 1,693 están adscritas
en los géneros Russula y Lactarius. Estos basidiomas se caracterizan por
presentar un píleo de convexo a plano, casi siempre depreso al centro al menos
cuando maduro, mayormente con colores intensos en el género Russula, siempre
con un himenio laminar y que segrega látex al herir las láminas en Lactarius, en
general, todo el basidioma es quebradizo en ambos géneros debido a la presencia
de esferocistos. Microscópicamente presentan esporas subglobosas,
ornamentadas, con apéndice hilar conspicuo y siempre presentan una reacción
amiloide con reactivo de Meltzer. Todos son completamente simbiontes
ectomicorrizógenos, por lo que son de gran interés forestal y la mayoría son
comestibles (Kong et al. 2002).
En México, en algunos lugares tienen un valor comercial por su comestibilidad, se
asocian mayormente con hospederos vegetales del género Quercus de zonas
templadas (Herrera y Guzmán, 1972), pero gracias a la existencia de Q. oleoides
en el trópico, también podemos encontrar a este grupo fúngico en tierras tan
bajas.
En Tabasco se encuentran fragmentos de encino tropical (Quercus oleoides
Schltdl. et Cham.) ubicados en los municipios de Balancán, Huimanguillo, Jonuta,
Macuspana y Tenosique (Cámara et al. 2011; Rodríguez-Sandoval, 2012; Cámara
y Cappello, 2013); estos árboles son relictos de un desplazamiento causado por las ultimas glaciaciones registradas y que lograron adecuarse a las condiciones
climáticas cálido- húmedas de dicha zona (Pennington y Sarukhán, 2005).
El presente trabajo tiene como objetivo evaluar el estatus taxonómico de la Familia
Boletaceae y Russulaceae asociados a encino en Balancán, Tabasco norte de
Chiapas, México.