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https://ri.ujat.mx/handle/200.500.12107/6413
Título : | Estudio comparativo de la extracción de metabolitos de Ganoderma multipileum y Pycnoporus sanguineus para pruebas de inmunoestimulación en Oreochromis niloticus |
metadata.dc.creator: | López García, Daniela |
metadata.dc.creator.id: | 0009-0000-1831-9421 |
Resumen : | Se estima que existen alrededor de 3.5 a 5.1 millones de especies de hongos en el mundo, de las cuales se han descrito cerca de 97, 861, México posee el 6% a nivel mundial, con 4, 500 especies macroscópicas y 2, 000 de microscópicas registradas (Aguirre et al. 2014; Guzmán, 1995) (Fig. 1). Los macrohongos o también llamados macromicetos, se caracterizan por la capacidad micelial de formar cuerpos fructíferos notables, estructuras que constituyen la parte fértil del hongo y se encuentran clasificados en Ascomicetos y Basidiomicetos. Lo anterior, principalmente por la organización de las esporas en esporangios, las estructuras denominadas ascas que contienen ascosporas o basidios que contienen basiodiosporas en el caso de los basidiomicetos (Quiroga y Supelano, 2019; Souza and Rocha, 2017). La biomasa o cuerpo fructífero de los hongos, así como sus bioproductos han sido consumidos por la humanidad a lo largo de su historia evolutiva y el registro de su uso en distintas civilizaciones han aportado conocimientos acerca de sus propiedades nutraceúticas y terapéuticas (Dubovoy, 1968). Se estima que el inicio de su ingesta data a la época primitiva, donde compuestos psicoactivos como la psilocibina de hongos alucinógenos pudieron actuar como promotores en el desarrollo neurocognoscitivo de los homínidos (Rodríguez and Winkelman, 2021). En el mundo, México representa uno de los países con mayor diversidad biológica y patrimonio biocultural, en el que, han habitado civilizaciones conocidas localmente como mesoamericanas (Aguirre et al. 2014). Tales culturas, han convivido a lo largo de su historia con la gran biodiversidad que alberga el territorio mexicano y en las cuales fueron observando y experimentando con las propiedades de distintas especies generando un cúmulo de conocimientos, que les han permitido utilizarlos para satisfacer necesidades como la alimentación, el vestido y la salud (Ruan-Soto y Ordaz-Velázquez, 2015). Tal es el caso de los hongos, en las prácticas de medicina tradicional que actualmente continúan siendo muy importantes en diferentes grupos étnicos del país, un ejemplo de ello incide en los pueblos nativos nahuatlacas, al consumir Teonanácatl “carne de Dios” refiriéndose al hongo alucinógeno Psilocybe mexicana (CONABIO, 2020; Dubovoy, 1968; Velázquez, 2005). Entre las más de 70 especies, de hongos usadas a lo largo del territorio mexicano se encuentran algunos ascomicetos como Daldinia concentrica, D. eschscholzii, Elaphomyces granulatus, E. reticulatus, Hypomyces lactifluorum y otros tantos basidiomicetos como Ustilago maydis, Ganoderma multipileum, Clavicorona pyxidata, Clavulina cinerea, Pycnoporus sanguineus, Schizophyllum commune, Thelephora cervicornis, Trametes versicolor, Lactarius deliciosus, L. indigo, Lentinus crinitus, Pleurotus albidus, P. djamor y P. zapotecorum. Además de varias especies del género Amanita y órdenes, como Auriculariales, Boletales y Tremellales, que se utilizan para tratar más de 40 tipos de enfermedades o problemas de salud, como ansiedad, asma, resfriados, conjuntivitis, diarrea, epilepsia, dolor de cabeza, indigestión, inflamación, dolores intestinales, úlceras, parásitos, reumatismo, erisipela, laxantes, etcétera (Bautista-González, 2013; García et al. 2020; Guzmán, 2008). Sin embargo, a pesar de la popularidad del Reino Fungi entre ciertas comunidades, aún son muy pocos los estudios científicos relacionados con las propiedades medicinales, puesto que la diversidad existente rebasa los registros actuales (Aguirre et al. 2014). En dicho sentido, el empleo de las propiedades de los hongos nativos del sureste mexicano, han sido el foco de muy pocos estudios, principalmente por la falta de interés en desarrollar metodologías de laboratorio que permitan la obtención de componentes bioquímicos de las hifas y cuerpo fructifico para el caso de los hongos macroscópicos; que de acuerdo con los estudios de Cappello-García et al. (2023), son muy diversos y abundantes en el territorio Tabasqueño. Así también, la carencia de modelos biológicos animales, para la puesta en marcha de experimentos “in vivo” que den la posibilidad de estudiar y evaluar el empleo de los extractos fúngicos; con énfasis en su utilidad alimenticia, antibiótica, antiviral e inmunoestimulante. Por lo anterior, en el presente estudio, se evaluó por primera ocasión la capacidad de extracción de metabolitos a partir de biomasa de G. multipileum y P. sanguineus, demostrando “in vivo” sus efectos inmunoestimulantes en especímenes adultos de la mojarra tilapia O. niloticus. |
Fecha de publicación : | 1-oct-2024 |
metadata.dc.rights.license: | http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0 |
URI : | https://ri.ujat.mx/handle/200.500.12107/6413 |
metadata.dc.language.iso: | spa |
Aparece en las colecciones: | Licenciatura en Biología |
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