Análisis espacial multicriterio para modelar escenarios y establecer proyectos de agua potable en Huimanguillo, Tabasco.
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Resumen
La dinámica de la población en la búsqueda de mejores oportunidades de trabajo,
desarrollo profesional, acceso a fuentes de información, bienes, servicios y áreas
de esparcimiento, genera presiones en la gestión continua y generalizada de
recursos como el consumo de agua (Cruz A & Martínez C, 2015), energía,
alimento, así como la consecuente generación de residuos. En la búsqueda de
estrategias para mejorar la calidad de vida de la población, el análisis de la
situación social se establece a partir de tres vertientes: el bienestar económico, las
carencias sociales y el contexto territorial (SEGOB, 2004 y CONEVAL, 2010), la
mayoría de las acciones emprendidas se centran en el criterio de hacer más con
menos, que aunque en el mejor de los escenarios es una solución de
maximización de los recursos económicos, pero no lo es así en la percepción de
los grandes riesgos para la salud, al deficiente acceso a servicios urbanos, a los
servicios de transporte y a las prácticas inadecuadas en el manejo de los residuos
generados (PNUMA, 2003).
Desde un enfoque ambiental, los servicios urbanos como el abastecimiento de
agua es un factor importante de presión sobre los ecosistemas, es decir, funge
como medio para satisfacer las demandas de las poblaciones y de las actividades
económicas, así también recibiendo de vuelta los residuos de la utilización de este
recurso. Por lo cual, una de las estrategias fundamentales para coadyuvar a la
reducción de la degradación ambiental progresiva, es la de adoptar una nueva
perspectiva conceptual sobre los componentes naturales y su importancia como
base en la toma de decisiones del gobierno local y de la sociedad.
En este sentido, dentro de las carencias sociales el acceso al agua potable en
conjunción con otros indicadores como salud, educación, servicios básicos,
calidad y espacio, contribuyen con la generación de datos para la toma de decisiones en materia de política social, especialmente para analizar la
desigualdad de coberturas sociales que subsisten en el territorio nacional
(CONEVAL, 2010 y CONAPO, 2011), desglosándose en la intensidad de la
pobreza de ingresos y la intensidad de las carencias de derechos sociales de la
población pobre multidimensional (Vela H, Flores L, & Campa E, 2015).
De acuerdo al informe del año 2012 denominado Progresos sobre el agua potable
y saneamiento, el 11% de la población mundial, o sea 783 millones de personas,
aún carecen de acceso a fuentes de agua potable (World Health Organization;
UNICEF, 2012). Por otra parte, de acuerdo a los resultados del Censo de
Población y Vivienda (INEGI, 2010), en la República Mexicana el 17.63% de las
viviendas particulares habitadas carecen del vital líquido, mientras que en el
estado de Tabasco este valor corresponde al 19.04%, lo cual hace referencia a
106,315 de 558,514 viviendas, siendo el municipio de Huimanguillo, Tabasco el
que muestra la mayor carencia del servicio de agua potable (CONAPOb, 2012).
En el diagnóstico realizado por la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento, en su
Programa Especial para el ejercicio 2013-2018, se establece que el
reordenamiento territorial efectivo, una mayor participación de la población en los
temas de cuidado del agua y del medio ambiente y la aplicación de nuevas
tecnologías en la administración del agua, permitirán disminuir los efectos de los
fenómenos meteorológicos y prolongar la vida útil de la infraestructura instalada,
obteniendo como resultado ahorro en la aplicación de recursos financieros, una
plantilla laboral mejor preparada y servicios eficientes, oportunos, de calidad y al
alcance de un mayor número de habitantes de la entidad (Gobierno del Estado de
Tabasco, 2014).
A partir de un enfoque tradicional, los Organismos Operadores de los servicios
públicos de Agua, Alcantarillado y Saneamiento en México, encargados de la
planeación y administración de la Infraestructura hidráulica; dentro de sus
principales funciones llevan a cabo acciones recurrentes, ya sea para analizar el
comportamiento de los sistemas de agua potable existente o bien para realizar una gestión eficaz para acceder a recursos económicos de nuevos proyectos, sin
embargo; éstas tareas requieren del manejo de una importante cantidad de
información, la cual posee distinta naturaleza: información técnica de los
elementos del sistema e información geoestadística sobre la ubicación y el
contexto socio demográfico de cada uno de los componentes. En comparación
con el enfoque tradicional, un enfoque de planificación regional puede ayudar a
desarrollar una visión integral para el crecimiento futuro, y como herramienta para
la toma de decisiones espaciales, ya que puede utilizarse no sólo para clasificar la
prioridad de las opciones y realizar el análisis de escenarios, sino también para
proporcionar una visión de la extensión espacial de las alternativas (Mosadegui,
Warnken, Tomlinson, & Mirfenderesk, 2015). Es así que, desde el ámbito de la
planificación con el carácter de estratégica, los Sistemas de Información
Geográfica (SIG) ofrecen una excelente versatilidad, ya que admiten el
almacenamiento y visualización de mapas y datos espaciales proporcionando
funciones de análisis técnico-social en la toma de decisiones para la identificación
de sitios adecuados de acuerdo a los criterios considerados en los análisis
geográficos (Meng & Malczewski, 2015).
La relevancia del uso de procesos tecnológicos en la simulación de datos, permite
crear las condiciones para uniformizar y estandarizar información de diversos
proyectos, al mismo tiempo que se organizan los procesos de planeación y
administración de la infraestructura, conjuntándose con lo fácil que se ha
convertido el crear un geodatabase1( base de datos geográfica) y agregarle
comportamiento para visualizarse, y aunado a que el uso de las herramientas en
sistemas de administración de datos (DBMS) permite la edición, análisis y
creación de mapas, volviendo interactivo los análisis (Esri, 2012), es decir, los
procesos de decisión multicriterios colaborativos parecen apropiados para abordar
parte del desafío de la complejidad en diseños y análisis de alternativas (Ferretti,
2016). Considerando lo antes expuesto, éste proyecto también es congruente en el
contexto del cumplimiento de parte de los objetivos, estrategias y líneas de acción
del eje rector número ocho del Plan Estatal de Desarrollo (PLED, 2013-2018), en
donde se considera importante la promoción del uso de tecnologías adecuadas
que permitan coadyuvar a mejorar e incrementar el acceso al agua potable, lo cual
a su vez será un incentivo para crear las condiciones del desarrollo humano
equilibrado de la Entidad Tabasqueña (Gobierno del Estado de Tabasco, 2014).
La metodología utilizada en ésta investigación se fundamenta en la compilación de
información multivariada y su correspondiente integración para el posterior análisis
espacial, se plantea el uso de la tecnología SIG para la gestión estratégica de la
información de proyectos de agua potable. Los procesos de modelado están
orientados a describir las interacciones de los criterios seleccionados en la zona
de estudio, para lo cual se recurre al análisis espacial, es decir al modelado
cartográfico en donde el resultado son diversas alternativas que atienden la
problemática identificada, las cuales a su vez se convierten en el insumo de
soporte al tomador de decisión.
La toma de decisiones Multicriterio puede considerarse como un proceso que
combina y transforma una serie de entradas de datos geográficos en una salida de
decisión resultante. Lo cual, implica datos de entrada de la preferencia del
tomador de decisiones y la manipulación de información utilizando reglas de
decisión especificadas, además de que a cada criterio se le otorga un peso para
representar su verdadera importancia en el proceso de modelación, siendo
dependientes de la naturaleza de las alternativas consideradas y de los criterios
utilizados para comparar alternativas.