Tecnoestrés en docentes universitarios a partir del confinamiento por covid-19

Abstract

La incorporación de la tecnología en los entornos educativos no es una tendencia reciente, su uso en todos los niveles es cada vez más frecuente sobre todo en las instituciones de educación superior (García y Silva, 2021). Durante el confinamiento por COVID-19, la tecnología se convirtió en el principal punto de apoyo para lograr la continuidad de la agenda educativa. Los docentes incorporaron las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en su labor diaria, adopción disruptiva de la tecnología que pudo tener efectos negativos en ellos, en las diferentes dimensiones de la vida. Uno de los más importantes efectos en la dimensión psicosocial resultado de la exposición a las TIC es el denominado “Tecnoestrés”. El Tecnoestrés se define como “la experiencia de estrés específico derivado de la introducción y uso de tecnologías en el trabajo” (Llorens, et al., 2011, p.12), tema que ha sido investigado desde hace más de 30 años. El presente trabajo de investigación se efectuó en una universidad pública del sureste mexicano, la cual, debido a la situación de pandemia, se efectuó por dos años una estrategia con la finalidad de dar continuidad académica a través de clases en línea, lo que ocasionó una interacción abrupta y obligada entre los docentes y las TIC. El actual proyecto de investigación es el resultado de una tesis doctoral que comprende un estudio exploratorio de corte mixto secuencial el cual tiene como propósito, determinar el impacto del tecnoestrés ocasionado por la migración de un entorno presencial a uno virtual en el quehacer de docentes. Las hipótesis planteadas son: H1: El nivel de Tecnoestrés en docentes de una Institución de Educación Superior del estado de Tabasco, México es alto, H2: Existen diferencias significativas en el nivel de Tecnoestrés en docentes de una institución de educación superior con respecto a las variables sociodemográficas, profesionales y laborales, H3: Las variables sociodemográficas, laborales y profesionales contribuyen a elevar las dimensiones del Tecnoestrés, y el supuesto de la investigación es S1: Los docentes durante el confinamiento por COVID-19 emplearon diversas estrategias de mitigación del tecnoestrés de tipo organizacional e individual. Se utilizó un instrumento cuantitativo que consistió en un cuestionario escala tipo Likert, el cual se aplicó a 399 docentes extraídos de la población a través de un muestreo no probabilístico por conveniencia, y posteriormente se seleccionó de esta población encuestada una muestra polietápica por sexo y nivel de estrés y se entrevistó con una guía semiestructurada a 12 profesores, generando así dos grupos de análisis: Docentes con tecnoestrés alto y docentes con tecnoestrés bajo. El estudio de datos de la fase cualitativa consistió en determinar el análisis factorial confirmatorio del instrumento, así como pruebas de normalidad y test no paramétricos para atender a las tres hipótesis. Para dar respuesta al supuesto de investigación, se realizó un análisis de datos de tipo inductivo en cada uno de los grupos entrevistados. Los resultados determinaron que no existe un nivel alto de tecnoestrés en docentes, que las variables sociodemográficas no tuvieron una relación significativa con el nivel de tecnoestrés; sin embargo, los datos cualitativos arrojan categorías emergentes de interés que guardan una relación con niveles altos de tecnoestrés como la falta de empatía institucional y los síntomas físicos adyacentes al uso prolongado de las TIC. Debido a la naturaleza de la investigación y su impacto en la población objetivo, los resultados pueden coadyuvar a la toma de decisiones institucionales, sobre todo en lo correspondiente a la disminución de la productividad académica debido a la exposición prolongada y/o uso no racional de las TIC como sustituto del aula presencial genere en el profesorado.