Dinámica espacial de la vegetación y humedales en Balancán-Tenosique, Tabasco

Abstract

Las cuencas hidrográficas del Sureste de México cumplen funciones clave en la regulación hídrica, la conservación de la biodiversidad y la provisión de servicios ecosistémicos. Sin embargo, en las últimas décadas han enfrentado una transformación acelerada derivada de la deforestación, la expansión agropecuaria, la urbanización y la introducción de monocultivos como la palma de aceite. La Subcuenca del Río San Pedro, en Tabasco, constituye un caso representativo. A partir del Plan Balancán–Tenosique, la conversión de selvas a pastizales y agricultura se intensificó, generando impactos significativos en la estructura del paisaje. Mediante un análisis multitemporal (1984, 2000 y 2024) con Land Change Modeler en TerrSet Libera GIS se cuantificaron y localizaron las transiciones más relevantes. Los resultados muestran que los cuerpos de agua se redujeron de 1,700 ha en 1984 a 821 ha en 2024, por procesos de colmatación y sucesión hacia vegetación hidrófita. La vegetación secundaria disminuyó del 46% en 1984 al 21% en 2024, principalmente por su conversión a pastizales y usos productivos. Este proceso constituye el mayor impacto ambiental de las últimas dos décadas y evidencia la pérdida de biodiversidad derivada del cambio de uso del suelo para actividades económicas en detrimento de los ecosistemas. Los pastizales, por su parte, se duplicaron y actualmente abarcan el 42% del territorio, consolidándose como la cobertura dominante. El área agrícola, tras un máximo en 2000, se redujo a 2,709 ha en 2024. Asimismo, emergieron nuevas coberturas como plantaciones forestales (4,156 ha) y palma de aceite (608 ha), que, aunque aumentan la superficie arbórea, conllevan riesgos de homogeneización y pérdida de conectividad ecológica. El estudio resalta la necesidad de implementar estrategias de manejo sostenible, restauración de ecosistemas y corredores biológicos, a fin de mitigar la degradación ambiental.