Distribución mineral de plantas de tomate irrigadas con agua contaminada con benceno, diésel y gasolina

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Como consecuencia de las actividades antropogénicas se obtienen aguas residuales que pueden contener hidrocarburos y metales pesados, entre otros. Los derivados del petróleo (diésel, gasolina y benceno) se producen en grandes cantidades y representan un riesgo de contaminación para los suelos y agua. Existen evidencias de daños y muerte de plantas al irrigarlas con agua que contiene diésel y gasolina o una mezcla de ambos, en contraste es sabido que las aguas residuales contienen minerales esenciales para las plantas, por lo que podrían utilizarse como agua de riego, dependiendo de la concentración, aquellas que contienen hidrocarburos. Este ensayo muestra la respuesta de las plantas de tomate tratadas con aplicaciones diarias de benceno, gasolina y diésel a dos concentraciones de cada uno (15 mg L<sup>-1</sup> y 30 mg L<sup>-1</sup>), las aplicaciones fueron directas al sustrato junto con el riego, para que las plantas absorbieran los hidrocarburos por la raíz. Se utilizó un análisis de varianza (ANOVA) y prueba de medias de Fisher LSD para determinar diferencias estadísticas en todas las variables evaluadas. Los resultados mostraron que las plantas lograron terminar su ciclo de fructificación con aplicaciones de benceno y gasolina de 15 mg L<sup>-1 </sup>y 30 mg L<sup>-1</sup>. El tratamiento con diésel de 30 mg L<sup>-1 </sup>disminuyó los <sup>o</sup>Brix en el fruto, la concentración de calcio, sodio y cobre a 23.96, 18.7 y 0.10 mmol kg<sup>-1</sup> respectivamente, incrementó la conductividad eléctrica a 4.53 dS m<sup>-1 </sup>y causó la muerte del 55% de las plantas.

Descripción

Como consecuencia de las actividades antropogénicas se obtienen aguas residuales que pueden contener hidrocarburos y metales pesados, entre otros. Los derivados del petróleo (diésel, gasolina y benceno) se producen en grandes cantidades y representan un riesgo de contaminación para los suelos y agua. Existen evidencias de daños y muerte de plantas al irrigarlas con agua que contiene diésel y gasolina o una mezcla de ambos, en contraste es sabido que las aguas residuales contienen minerales esenciales para las plantas, por lo que podrían utilizarse como agua de riego, dependiendo de la concentración, aquellas que contienen hidrocarburos. Este ensayo muestra la respuesta de las plantas de tomate tratadas con aplicaciones diarias de benceno, gasolina y diésel a dos concentraciones de cada uno (15 mg L<sup>-1</sup> y 30 mg L<sup>-1</sup>), las aplicaciones fueron directas al sustrato junto con el riego, para que las plantas absorbieran los hidrocarburos por la raíz. Se utilizó un análisis de varianza (ANOVA) y prueba de medias de Fisher LSD para determinar diferencias estadísticas en todas las variables evaluadas. Los resultados mostraron que las plantas lograron terminar su ciclo de fructificación con aplicaciones de benceno y gasolina de 15 mg L<sup>-1 </sup>y 30 mg L<sup>-1</sup>. El tratamiento con diésel de 30 mg L<sup>-1 </sup>disminuyó los <sup>o</sup>Brix en el fruto, la concentración de calcio, sodio y cobre a 23.96, 18.7 y 0.10 mmol kg<sup>-1</sup> respectivamente, incrementó la conductividad eléctrica a 4.53 dS m<sup>-1 </sup>y causó la muerte del 55% de las plantas.

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